sábado, 11 de octubre de 2008

Videodromo

La Flauta Mágica
Wolfgang Amadeus Mozart, 1791

Desgraciadamente, para muchos de nosotros, la ópera se reduce a una serie de pasajes que hemos oido infinidad de veces en anuncios o programas de televisión. Pero cuando te acercas a este mundo con ganas de apreciarlo, descubres no solo su riqueza, su belleza y el placer de disfrutar de estas composiciones, sino infinidad de conexiones con la cultura de nuestro tiempo que hace de su conocimiento algo fundamental. Están concebidas como obras de arte totales, en las que se unen la música, el guión, la interpretación y la escenografía.

Los ultimos meses me los he pasado escuchando a Puccini, a Verdi y a Mozart, tres de los mas grandes compositores de este género y los mas recomendables para iniciados como yo. Pero hay una ópera que me ha llamado especialmente la atención hasta el punto de oirla una vez tras otra, La Flauta Mágica.

Escrita por Mozart en 1791 y estrenada por él mismo apenas dos meses antes de su muerte, narra la historia de amor entre Tamino y Pamina, un cuento de hadas áparentemente sencillo pero plagado de ideas próximas a la filisofía de la Iluminación.

En realidad, lo que mas me sorprende es lo redonda que resulta la obra de principio a fin. Tratandose de un Singspiel, un tipo de ópera en alemán en el que se intercala la música con partes recitadas, podría resultar pesado escucharlo a causa de las interrupciones habladas, pero todo lo contrario, el ritmo está ajustado con tal perfección que las pausas se hacen hasta necesarias tras la tensión de ciertas partes de la obra.

Sin duda, os recomiendo a los que no lo hayais hecho ya, que os intereseis por este género, porque puede sorprenderos y hacer que disfruteis todavía mas de la música. Como ejemplo del concepto de obra de arte total que comentaba anteriormente, os dejo el Aria II de la Reina de la Noche, tan expresivo que aunque este en alemán parece que lo entiendes todo. En esta escena aparece la Reina amenazando a su hija y avergonzandose de ella por no tener el valor suficiente para enfrentarse a Sarastro. Disfrutad.



Gonzalo.

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